Una de las prácticas yóguicas es la técnica de respiración consciente. A algunas de esas técnicas, cuando incluyen kumbhaka (retención de la respiración) se las denomina Pranayama siendo Prana = energía / Iama = control.
No es de extrañar que ese sea su significado, ya que si hay algo que no podemos dejar de hacer durante mucho tiempo para vivir, es respirar. Nuestra vitalidad depende de esa acción. Lo primero que hacemos al salir del vientre materno es llenar nuestros pulmones de aire. Podemos estar una semana sin beber agua, aproximadamente cuarenta días sin comer, entre ocho y diez días sin dormir, pero nuestro cerebro puede estar como máximo cuatro minutos sin oxígeno antes de empezar a desencajarse por completo, a menos que entrenemos nuestra apnea y, en tal caso, tampoco podríamos estar un día entero sin hacerlo, ni siquiera 30 minutos sin algún tipo de asistencia.
Cuando comenzamos con la práctica de Yoga comprendemos casi inmediatamente la importancia de la respiración consciente. La calidad de la práctica depende de la calidad de la respiración. De hecho, la calidad de vida depende de ello. En general, nuestra respiración diaria es superficial, sólo utilizamos una décima parte de nuestra capacidad pulmonar…Sabiendo esto es que de repente te parás un minuto a pensar: - Usamos 100% de nuestra capacidad cerebral, cierto, pero no todo su potencial y vivimos la mayor parte de nuestra vida respirando superficialmente... ¿Cuántas cosas más nos estamos perdiendo?... ¿!Cuántas, Dios!?...¿!!Cuántas!!?
Ok, antes de que nos dé panic attack y empecemos a hiperventilar en una bolsa de papel, hagamos una pausa.
En Ashtanga Yoga se utiliza una técnica llamada Ujjayi, que consiste en respirar por nariz, contrayendo los músculos de la parte posterior de la glotis. Al cerrar parcialmente este conducto se produce un sonido causado por la fricción del aire que quiere entrar y salir por ese canal semi cerrado. Etimológicamente hablando, Ud = elevado y Jaya = victoria, éxito. Así, Ujjayi es la respiración victoriosa, también conocida como la respiración del océano, justamente por ese sonido particular.
Con la práctica, lograremos que la inhalación (puraka) y exhalación (rechaka) tengan la misma duración... Al cabo de varios intentos ya sonamos como Darth Vader. Entre los beneficios, podemos encontrar el desarrollo de la capacidad pulmonar, aumenta la capacidad de resistencia del organismo, relaja el sistema nervioso, aumenta el calor interno del cuerpo y mejora el funcionamiento de las glándulas en general, sobre todo de tiroides. La contracción de estos músculos hace que se produzca una leve presión sobre los senos carótidos, lo que a su vez ralentiza el ritmo cardíaco y hace descender la presión sanguínea.
Este tipo de respiración se utiliza durante toda la práctica y, aparte de todos sus beneficios, ayuda a mantenerse concentrado. Lo que no te explica la teoría es que la primera vez que vas a una clase sentís que estás en un concierto del Dark Side, ante tu cara de “¿dónde me metí?”, los Profes te explican rápidamente de qué se trata, y al primer intento te sale algo parecido a un ronquido, una amasada de flema o como que no llegás a dar arranque.
La cantidad de pasos a los que tenés que prestar atención mientras realizás la práctica pueden ser un poco abrumadores; entre corregir la postura, concentrarse en el momento, estirarse un poco más, enderezar la columna, dirigir la mirada al punto correcto (Drishti), aplicar ujjayi y realizar la contracción de los músculos (Bandhas). Tan abrumador que hay veces en que el “no puedo” o no me sale” está a la orden del día… Aún así, no hay que desesperar. Es un día de práctica a la vez.
Cualquier parecido con la vida diaria no es pura coincidencia. Tenemos tantas cosas a las que prestarle atención: trabajo, familia, amigos, situaciones, nuestra economía, nuestros sentimientos y preocupaciones, etc, que a veces parece que el día se nos cae encima como puño de hierro, no podemos, no nos sale.
Hagamos una pausa, oxigenemos nuestro día, nuestro presente, nuestras acciones. Mantengamos cerca a aquellas personas que nos enriquecen internamente, que nos hacen reír y les regalan buenos momentos. Porque a veces la vida cuesta, pero eso también es parte del camino del crecimiento. El tiempo y la paciencia son factores fundamentales, la práctica de Yoga también nos enseña a vivir, sólo sigamos respirando.
“Yoga no es para los flexibles, es para los voluntariosos” (Autor desconocido)… Y me atrevo a decir: -vivir, también.
Te invito a tomar nuestro taller ONLINE de Pranayama y meditación que brindó Caro Geneiro en nuestro shala. Tienes más información aqui.
SI QUIERES ACCEDER A TODAS LAS ENTRADAS SUSCRÍBETE A MI BLOG AQUI
Importante: Todas las asanas deben aprenderse con la guía de un Instructor calificado.
Comments