Uno de los motivos por los que practicamos Yoga es para desmenuzar lo que hay dentro para observarlo sin juicio y manifestar los ajustes necesarios para crear nuestra mejor versión.
¿Qué experiencias escojo vivir?
¿Cuál es el mecanismo interno arraigado que no me está permitiendo salir de mis propias arenas movedizas?
2.16 heyam duhkham anagatam
Nos aferramos al sufrimiento. Nos aferramos al condicionamiento de nuestro entorno. Nos aferramos a la aprobación de un tercero que sostenga algún tipo de rol de autoridad en nuestras vidas. Nos aferramos a la antigua matrix como si nos fuera la vida em ello.
Todos cargamos con un enano mental inquisidor que está ahí atento a buscar el más mínimo resquicio de duda para auto-juzgarnos, cual caza de brujas.
"No vas a poder"
"No te va a salir"
"No soy capaz"
"No soy suficiente"
"No me sale"
Somos más duros con nosotros mismos que un adoquín. El Sutra 2.16 menciona que el sufrimiento no manifestado (futuro) se puede evitar y continua en los siguientes indicando que la causa de sufrimiento es la disociación (separación) entre Purusha y Prakritti (el Observador y lo observado), es decir el Ser o Yo Superior y la materia.
Luego continua describiendo las cualidades de la materia y los estados de los gunas y menciona que el Yo Superior existe por el propósito de lo que observa, es decir, con el propósito de recabar información de la experiencia vivida.
El problema es cuando lo observado (nosotros aquí pensando que somos ajenos a Dios/Padre/Madre/Todo Lo Que Es) toma protagonismo y se cree la película que está viviendo como última y única verdad.
Lo que los Yoga Sutras nos indican es que al remover este velo de ignorancia entre lo percibido y el perceptor, nos liberamos de los sufrimientos futuros, porque pasamos de mente a Consciencia, de yo inferior a Yo Superior.
Para lograr este cometido propone una serie de ocho prácticas/herramientas, éstas son las ocho prácticas de Ashtanga Yoga.
¿Es la única forma? No
¿Es la mejor? No
Es simplemente uno de los muchos caminos que encontramos para subir a la cima de la montaña. El camino estará plagado de obstáculos, a veces encontraremos rocas que escalar, cuestas cuasi imposibles de subir, lluvia eterna, sol implacable, calor agobiante y frío que corta con su filo. Pero la promesa de liberación de la identificación con el jugador de este videojuego llamado vida, el RolePlay que escogemos en cada encarnación, para asomarnos a lo que hay más allá, a sabernos parte de algo más grande.
Comienza tu camino de auto-descubrimiento y auto-estudio.
Comienza con objetivos pequeños y alcanzables.
Comienza con una decisión.
Comienza escogiendo la pastilla roja.
Despierta. El sufrimiento futuro se puede evitar.